Programa hospital seguro


El Sistema Nacional de Protección Civil, contempla a la Coordinación General en esta materia para la Secretaría de Gobernación, como organismo rector en las acciones relacionadas a desastres, por lo tanto implanta el “Programa de Hospital Seguro” convocando a que participen las instituciones del Sector Salud Público y Privado del país, y Sectores relacionados con esta materia, como son la Secretaría de Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSEMYM, Asociación Mexicana de Hospitales, entre otros, con la finalidad de elaborar las líneas programáticas, definición de prioridades por regiones de alto riesgo, compromiso Institucional en la implementación de medidas que lleven a lograr la meta de Hospitales Seguros en el 2015.

El Instituto Mexicano del Seguro Social, por experiencias durante muchos años, en la atención a Desastres, desarrolló un sistema de clasificación de hospitales para atención de desastres, sobre la base a su capacidad resolutiva, involucrando no solo la atención del personal del hospital sino también la prehospitalaria, ya que cada uno de ellos cuenta con “ Plan Hospitalario para Casos de Desastres”. En el año 2000 se desarrolló el Proceso Interno de Certificación Institucional bajo el concepto de “Hospital Preparado para Enfrentar Situaciones de Desastre”.

Experiencias similares existen dentro y fuera del Sector Salud al igual que las de diversos países y por lo tanto se incorporan al desarrollo del Programa privilegiando la participación multidisciplinaria e interinstitucional del Sector Público, Social y Privado.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define como Hospital Seguro al “Establecimiento con Servicios de Salud que deben permanecer accesibles y funcionando a su máxima capacidad, con la misma estructura, inmediatamente después de un desastre natural”. En este sentido cabe destacar que se pretende otorgar la atención ininterrumpida, sobre todo a pacientes graves en condiciones críticas, con el equipamiento e infraestructura necesarios para su correcto manejo.

Lo anterior implica que la estructura física de los edificios, líneas vitales, servicios básicos y de manera destacada la organización del personal que brinda atención a la población en esos momentos, permita mantener en alto nivel de eficiencia los servicios que se brindan frente a situación de desastre.

El concepto de Hospital Seguro, no significa que la estructura física garantice su desempeño al 100% después de algún desastre como terremoto, huracán, o explosión entre otros, ya que finalmente puede sufrir daños de consideración, pero después de estos eventos su meta debe ser garantizar el funcionamiento de las áreas críticas del centro hospitalario, para otorgar adecuada atención médica a víctimas de desastres.

No obstante el cumplimiento de lo anterior, siempre se debe estar preparado para responder ante una emergencia. La preparación ante emergencias debe llevarse a cabo indistintamente del tamaño de la organización o del riesgo que esta genere para dar pronta respuesta a una emergencia, las instituciones deben tener diseñado y planeado un Plan de Emergencia.

Este es aquel en el cual se definen las políticas, la organización y los métodos, que indican la manera de enfrentar una situación de emergencia o desastre tanto en lo general como en lo particular. Su objetivo es proporcionar un conjunto de directrices e información destinadas a la adopción de procedimientos técnicos, y administrativos estructurados para facilitar respuestas rápidas y eficientes en situaciones de emergencia. En términos generales, un plan debe tener las siguientes características:

  • Posibilitar la restricción de los daños a una área determinada, previamente designada para evitar que los impactos sobrepasen los límites de seguridad preestablecidos.

  • Contemplar las acciones necesarias para evitar que situaciones (internas o externas) de las instalaciones involucradas en el accidente, contribuyan a su agravamiento.

  • Ser un instrumento práctico que facilite respuestas rápidas y eficaces en situaciones de emergencia.

  • Ser lo más breve posible y contemplar clara y objetivamente las atribuciones y responsabilidades de las personas involucradas.

Para responder a una situación de emergencia se necesitan recursos, y los planes de respuesta o de contingencia que deben de tener en cuenta los diferentes niveles de preparación. Por consiguiente es primordial considerar lo siguiente:

  • ¿De qué recursos se dispone, en qué cantidad y cuánto tiempo?

  • ¿Cómo se pueden mejorar los recursos?

  • ¿Qué personal puede participar?

  • ¿Qué recursos que no se tienen, se necesitan?

  • ¿Qué planes y preparativos existen?

La información debe actualizarse con regularidad, sobre todo del personal (base de datos) e inventario de equipo y recursos (logística).

La herramienta de evaluación de las "Instituciones Involucradas en Caso de Desastres" también puede servir para determinar la capacidad de respuesta.

Última modificación :
lunes 31 de julio de 2017